Era una tarde normal, en la que como otra cualquiera Eloy decidió llevarle Ropa en bici a casa de Chesco, Javi y Jorge. Yo lo haría tambien, pero en este caso andando.
Llego a casa de nuestros compis y allí estaba Eloy. Estuvimos allí poniendo tres lavados. Por fin después de dos horas lavamos la ropa y decidimos irnos a casa. Lo mejor viene ahora...
No se le ocurre mejor idea a Eloy que venirnos los dos en la bici cargados con 3 bolsas de ropa por todo Bari, conociendo demás como conduce aquí el personal en Bari. Pues ahí ibamos Eloy de conductor, yo sentado en el manillar con los pies en el aire y tumbado para atrás con tres bolsas de ropa encima, en sentido contrario a los coches, viendo los coches como venían de frente hacia mi con las luces puestas, en cada momento pensando dios como Eloy pierda el equilibrio estoy debajo de un coche seguuuuuuuro, pegando tumbos con la bici, dando con las bolsas de ropa en los retrovisores de los coches, pasando en tramos donde solo pasábamos justos, y todo esto sin parar. Un descontrol increíble. De vez en cuando un bachecito y yo me clavaba el manillar un poquito en mis zonas nobles. No os lo recomiendo. Pero al final llegamos a casa, casi sin respiración de la angustia y llorando de la risa y del frió en la cara. Increíble caminito de vuelta a casa en el que casi nos caemos 4 veces. Pero llegamos sanos y salvos!!!
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